Este ejercicio nos permite trabajar a la vez los hombros, la zona dorsal y las cervicales. Pero si no se hace bien puede ser peligroso.
- Nos colocamos de pié con las manos entrecruzadas detrás de la espalda de manera que el dorso de la mano toque el dorso de la espalda.
- Vamos deslizando el pulgar hacia abajo hasta que no podemos más.
- Llegado este punto haremos un movimiento combinado de rotación externa de hombros y extensión dorsal. Sacamos bien el pecho de manera que notamos la tensión en el pectoral.
- Aguantamos un nivel de tensión cómodo. Realizamos una inspiración profunda manteniendo la postura y en la espiración avanzamos un poco más.
- Repetimos tres veces el ciclo respiratorio.
PRECAUCIONES:
- 1-Si no se efectúa correctamente la rotación externa de hombros, este ejercicio puede ser contraproducente y empeorar la alteración postural previa de flexión dorsal y antepulsión de hombros.
- 2-Si existe lesión o patología de hombro debemos consultar primero con el fisioterapeuta antes de realizar este ejercicio.
- 3-No debemos sentir dolor en las cervicales dorsal u hombros.
- -Durante la practica del ejercicio es frecuente notar algún crujido dorsal. No es peligroso ni preocupante si pasa de manera espontanea, pero no debemos ir a buscarlo.
DETALLES DEL EJERCICIO
De manera muy frecuente encontramos patología de hombro ( sobre todo tendinitis de larga evolución) asociadas a bloqueos y tensiones dorsales o cervicales y a la inversa, cervicalgias o doraslagias mecánicas asociadas a tensiones que provienen del mal funcionamiento del hombro.
Este ejercicio nos permite trabajar de manera simultanea la relación entre estos tres elementos eliminando las influencias negativas que puedan existir. Estas influencias tensionales son la causa mucha veces de que la lesión no evolucione correctamente llegando a cronificarse o a producir recaídas.
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