La disfunción miofascial es la causante directa o indirectamente del dolor músculo esquelético cuando no hay evidencia de rotura en el tejido.
Por increíble que parezca se puede tener dolor osteo muscular sin inflamación. Aunque no hay nada roto, lo cual es buena noticia, lo que hay no funciona bien.
Suele ser una combinación de factores que alteran la biomecánica de la zona produciendo roces y sobrecargas que irritan el tejido.
Debido a este mal funcionamiento el metabolismo local también está alterado dejando una tejido mal nutrido y llenos de residuos que perpetúa el círculo vicioso.
La terapia manual (fisioterapia/osteopatía) es muy útil en estos casos. A diferencia de la lesión no se siguen unas fases de curación concretas si no que la evolución es más flexible.
¿Cómo se si padezco una disfunción miofascial?:
1-No hay un inicio concreto del dolor: un golpe, un gesto.
2-Actualmente no aparecen los signos típicos de la información ( hinchazón, calor, rojez)
3-El dolor es difícil de localizar a la palpación y difícil de reproducir con los gestos.
4-El dolor no suele ser muy intenso, empeora con la fatiga.
5-No hay una imagen (ecografía, radiografía, resonancia) compatible con el dolor
Más información sobre la: DISFUNCIÓN MIOFASCIAL
<