Sufrir una  lesión implica que la sintomatología  presentada  se debe a una pérdida de la integridad del tejido. Es decir una rotura en mayor o menor grado.  

La fisioterapia es muy útil ante una lesión nos va ayudar a que el proceso d regeneración progrese adecuadamente, va a intentar acelerarlo y por ultimo nos va a guiar en el proceso de adaptación de nuevo al esfuerzo.

 

 Frente a una rotura nuestro organismo va a poner en marcha un mecanismo de curación que va a tener fases diferenciadas según va pasando el tiempo. Es fundamental conocer en qué punto de curación se encuentra la lesión para que el tratamiento tenga éxito ya que en cada fase se deben realizar acciones terapéuticas diferentes. Es muy importante respetar el tiempo de duración de cada fase ya que no se puede correr más que la naturaleza, el no respetar estos tiempos implica recaídas y complicaciones en el futuro. 

 

 Acciones terapéuticas frente a una lesión:

 

1-Corregir las desadaptaciones previas a la lesión.

Previamente a sufrir una lesión es probable que nuestro cuerpo tuviera bloqueos tensionales o articulares que quizás no nos producían ninguna sintomatología evidente pero que están ahí y nuestro organismo tiene que invertir mucha energía para compensarlos. Estos bloqueos previos no están relacionados directamente con la lesión pero sí pueden ser los causantes de que la lesión no evolucione como es debido. 

Para nosotros eliminar estos bloqueos es una parte fundamental del tratamiento ya que así nuestro organismo podrá dedicarse por completo en reparar la lesión. 

 

2-Tutelar el proceso de regeneración. 

Aunque este proceso es algo natural y automático, en ocasiones podemos encontrar disfunciones miofasciales asociadas que pueden complicar el proceso. Este vuelve a ser un trabajo indirecto sobre la lesión. 

 

3-El proceso de regeneración es un mecanismo del propio tejido sobre el cual no podemos actuar externamente con terapia manual. En cambio, el ejercicio terapéutico va a conseguir generar un estímulo interno que condicione la evolución del precio de curación. 

Como hemos dicho antes cada fase de curación es diferente y requiere acciones diferentes, el ejercicio terapéutico bien aplicado en estas fases puede conseguir acortar el tiempo de curación y a la vez conseguir un tejido regenerado de mejor calidad. Es si que es un trabajo directo sobre la lesión.

 

¿Cómo sé que tengo una lesión?

 

1-Normalmente hay una inicio concreto del dolor: un golpe o un gesto.

 

2-Durante los primeros días aparecen los signos típicos de la información (hinchazón, calor, rojez)

 

3-El dolor es muy localizado en un punto de palpación y con un gesto

 

4-Si la rotura es muy grande imposibilita realizar un movimiento. 

 

5-Una imagen (ecografía, radiografía o resonancia) confirmar la perdida de integridad en el tejido

 

¿Seguro que tienes una lesión? 

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